
La contaminación del medio ambiente afecta el aire, el suelo, las aguas, los animales y las plantas. Por ende, el ser humano es victima de sus propias acciones. Las plagas, causadas por los desequilibrios en las cadenas nutritivas de los animales debido a la de forestación. Así como los patógenos de origen animal, los procesos alérgicos, las enfermedades respiratorias y las intoxicaciones son muchas veces consecuencia de dicha contaminación. Aquí en el planeta ecológico buscamos darle un enfoque ecologista a nuestras vidas,y es que mantener una actitud ecológica es una necesidad, pero también un reto ante este mundo tan consumista, las personas ecologista vieron algo positivo en la reciente pandemia, y es que el planeta respiro un poco con la frenada obligatoria que nos hizo dar el Covid y las imágenes ecologistas no se hicieron esperar.
Impacto positivo del covid-19 en la naturaleza
En los días de confinamiento que nos ha impuesto el COVID-19, en las redes sociales han sido visibles noticias sobre la desaparición de la polución en muchos lugares como Brasil, Nueva York, Perú y España por mencionar algunos. La claridad de las aguas de los ríos se hace evidente desde que se han descontaminado y la recuperación de la capa de ozono ocupa titulares en los medios. En los canales de Venecia nadan cocodrilos, han aparecido especies que se consideraban extintas y el silencio de los mares ha hecho que las ballenas muestren sus alegres cortejos reproductivos sin temor.
Muchas personas están haciendo profundas reflexiones sobre la vida, las actitudes y principalmente sobre la agresiva relación con el medio ambiente de los seres humanos. Debemos reflexionar, llamar a la conciencia a la mayor cantidad de personas para revertir el cambio climático. Haciendo de este momento, el adecuado para modificar viejos hábitos, transformar nuestra realidad y vivir una nueva etapa.
Cambio de mentalidad, “quiero vivir de manera ecológica”
Se ha hecho evidente con una actitud ciudadana responsable, el curso de la contaminación medioambiental puede variar sustancialmente. Es posible vivir en armonía con el medio ambiente, de forma tal que no seamos depredadores de nuestro propio planeta.
Según el criterio de especialistas de la Organización Mundial de la Salud y por sus siglas OMS, la vida de las personas cambió radicalmente. Esta situación sanitaria marcará un antes y después, de forma tal que transformará la actitud ciudadana de los seres humanos para beneficio de la comunidad internacional.



Nos ha obligado a detener el mundo y reorganizar acciones. Que mejor cambio que repensar la relación que cada uno tiene con el medio ambiente. Podemos tomar acciones para ayudar en este emprendimiento de la comunidad mundial de ecologistas, que cada día suma más personas. Desde nuestro propio radio de acción es posible contribuir, además de legar una cultura a nuestros hijos y nietos para que aprendan a vivir en armonía con la naturaleza.
Un nuevo escenario requiere nuevas acciones, debemos cambiar nuestro enfoque. Cada uno puede tener el deseo y la intensión de hacer una vida ecológica. Sabemos porque es importante de sobrada manera. Lo que mas dificulta el proceso es la parte práctica.
¿Cómo hacer un cambio hacia la vida ecológica?
¿Qué actitudes y acciones puedo acometer desde mi entrono personal?
¿Significaría renunciar a muchas cosas?
¿Qué implica vivir ecológicamente?
Al respecto te comentaremos…
Ante todo, una vida ecológica puede llevarse desde diferentes niveles según nuestro deseo. Podemos ser amigables con el medio ambiente, desde el ahorro de recursos como el agua y la electricidad, para hacer un uso responsable de ellos. También variarse la interacción con la tecnología, ver los productos que consumimos que contaminan el medio ambiente y la atmósfera. Como muchos advertirán, estos consumos realizados de marera responsable, implican menor cantidad de personas actuando como agentes contaminantes. Y también traerán grandes beneficios a nuestra economía personal, a través del ahorro al regular nuestro consumo.
Activar la mentalidad ecologista en 7 pasos
Analiza bien lo que compras y lo que usas
Mira los productos si son “eco-friendly” o amigables con el medio ambiente. Regula la cantidad de productos, piensa si realmente usaras todo lo que compras. Revisa si los cosméticos, limpiadores, detergentes, prendas de vestir o accesorios contienen materiales de origen animal o han sido probados en animales. Si es así, no lo compres, estarás favoreciendo la crueldad animal y la depredación. Usa bolsas reutilizables para evitar la contaminación por plástico de las desechables. Utiliza papel reciclado, imprime con tintas ecológicas. Usa cosméticos ecológicos y remedios naturales en lugar de los tradicionales. El agua embotellada es un muy contaminante, genera desechos con el envase, consumos de combustible y transporte en su fabricación, además de constituir un gasto innecesario. Puedes instalar filtros de agua o purificadores.
Reutilizar
Cada envase, ropa o material que pienses en desechar puede ser utilizado para otro propósito. No se trata de convertirse en un acumulador, si no en una persona que da nuevos usos y reutiliza como primera opción. Un pomo de cristal puede ser un candelabro, un envase para café, un frasco para decoración, una maceta y así un sinfín de posibilidades. Si no los reutilizaras puedes localizar emprendedores que hagan manualidades y donar todo lo que les sea útil y así estarás favoreciendo la comunidad. La ropa puede tener una segunda oportunidad, transforma, modifica y rehace las prendas, también puedes donarlos a los necesitados.
Reciclar
Usa los cubos de basura apropiados para tirar los desechos, clasifica los productos antes de tirarlos. Recicla la basura tecnológica, el celular, la computadora y en general los electrodomésticos, son elementos contaminantes del medio ambiente. Localiza depósitos para llevar estos desechos en tu localidad.
Ahorra
Regula tu consumo de agua, vela por no desperdiciar agua de forma innecesaria. No dejes el grifo abierto mientras friegas los trastos ni mientras te duchas. Si lo cierras en lo que enjabonas ahorraras al menos 5 L al fregar y 7 L al ducharte aproximadamente. Ahorra electricidad, apaga las luces en el día, aprovecha la luz natural. Corre las cortinas y abre las ventanas, independiente mente de respirar el aire natural y ventilar, disminuirás tu gasto de electricidad. Cambia los focos por bombillos de bajo consumo o luces LED. Usa el transporte público, camina o ve en bicicleta en lugar de usar el coche si vas cerca. Reducirás la emisión de gases contaminantes y tu consumo de combustibles fósiles que afectan tanto a la naturaleza.
Tratamiento ecológico de la ropa y limpieza amigable del hogar.
Puedes programar las tareas de lavado y planchado para que sean menos frecuentes, así su gasto de electricidad y agua será menor. Acumula mayor cantidad de ropa en ambos casos, evita lavar con agua caliente, solo para casos de ropa muy sucia y selecciona prendas que no necesiten plancharse. El uso de suavizante, detergentes y jabones contamina bastante el medio ambiente. Existen productos ecológicos con precios accesibles y que sustituyen los otros de forma eficiente. Busca soluciones con productos caseros para limpiar la casa. Hay muchos remedios que podemos hacer para limpiar el baño y la casa que son baratos, no contaminantes e igualmente efectivos. El limón, el vinagre y el bicarbonato pueden ser productos aliados para limpiar nuestro hogar. Investiga en su forma de uso.
Electrodomésticos bien gestionados
Elige electrodomésticos de bajo consumo. Usa racionalmente el aire acondicionado y la calefacción, puedes regular la temperatura ligeramente sin poner a tope los aparatos. Si el tiempo está fresco y no son insoportables ni el calor ni el frío, no lo uses. Desconecta todo de la corriente, aquellos electrodomésticos que tiene luz de “Stand-By” consumen energía innecesaria (el televisor, el cargador del celular conectado, el microwave, etc.)
Cosecha tus verduras
Si puedes hacerlo y tienes las condiciones, haz tu propia huerta ecológica. Sin mucha ciencia se puede lograr hasta en apartamento cosechar alimentos para el auto consumo. En una maceta puedes logra zanahorias, ajo, cebollas, papas y una infinidad de alimentos. Existen huertos compartidos en la comunidad. Solo debes informarte como hacerlo y encima puedes usar los desechos orgánicos de la cocina como fertilizante. Los beneficios son totales, tendrás productos orgánicos, gratis y al alcance de tu mano.
Vivir ecológicamente es una decisión consciente, así lo denuestan estos 7 pasos. No es difícil modificar nuestras acciones, no se requiere de gran presupuesto para ser responsables con el medio ambiente contrariamente a lo que se cree. No necesitas emplear mucho tiempo para realizar estos cambios. Basta con repensar tus opciones, informarte de cómo y dónde adquirir productos ecológicos en tu ciudad. Los productos ecológicos son más duraderos, tienen mejor calidad y estarás obteniendo un plus cada vez que compres algo green. Puedes elegir muebles y electrodomésticos amigables con el medio ambiente si haces renovación, así poco a poco iras modificando todo en casa.
A medida que actives el pensamiento ecológico, te surgirán ideas y recursos que no habías considerado. Tu mente se transformará, miraras las cosas con otra perspectiva, notaras como se modifican tus compras, tus hábitos y así paulatinamente tu vida se orientará conscientemente a la actitud ecológica.



Entre los beneficios directos de implementar esta nueva forma de vida, está la reducción de muchos gastos que drenan el presupuesto familiar. Si calculamos esos gastos anualmente, pudiéramos pagar esas vacaciones tan aplazadas.
Nuestros hijos aprenden de las acciones cotidianas que ven, si actuamos ecológicamente y estaremos legando seres humanos responsables para la sociedad del futuro. Desde nuestro modesto escenario podremos generar un impacto positivo en el planeta, donde cada día hay mas personas involucradas en esta noble causa.
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